Este artículo enfoca su contenido principalmente en la implantación de los videojuegos como elementos educativos. En el artículo aparece un video de Tom Chatfield y sus “Siete formas en que los videojuegos premian el cerebro”, en el que define 7 cosas que podemos aprender de los videojuegos, que podemos aplicar en otros ámbitos.
· La primera es una barra de progreso, donde hablamos de lo altamente motivador que resultan los videojuegos, de ahí el desarrollo de los mismos en un constante cambio.
· El segundo punto, nos reitera el alto grado de motivación de los videojuegos y de los propósitos a corto y largo plazo que éstos son capaces de generar.
· El tercer punto premia el esfuerzo, por mínimo que sea.
· En cuarto lugar, hablamos de la importancia del feedback, información que nos ayuda a resolver cosas. El aprendizaje que proporciona el feedback es un elemento motivante.
· El quinto punto es un elemento de incertidumbre, el cual crea la duda de si obtendrá premio o no, pero mantiene el nivel de motivación por conseguirlo.
Hoy en día, la diversión de los niños básicamente se basa en los videojuegos, “maquinitas”, ordenadores… hace años todos los niños se divertían en las calles, jugando al futbol, canicas, juegos de antes, pero hoy no, hoy cualquier motivación de un niño se basa en los juegos digitales, de ahí podríamos aprovechar esta metodología para llevarla a la educación, recompensar cualquier logro con un estilo similar al de los videojuegos, en este caso la motivación por conseguir los objetivos seria mayor.
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